La ventosa eléctrica combina la succión tradicional con estimulación controlada, permitiendo un trabajo más profundo sobre tejido muscular y fascia. Esta técnica mejora la circulación, libera adherencias y favorece la movilidad en zonas rígidas. Es especialmente útil en contracturas persistentes, tensiones crónicas y puntos dolorosos que no responden a métodos manuales convencionales.
Los pacientes suelen preguntar si es más efectiva que la ventosa clásica. La ventaja principal es que la intensidad es regulada electrónicamente, lo que permite mayor precisión y resultados más rápidos sin generar molestias excesivas. Se integra dentro del tratamiento para acelerar la recuperación y complementar otras terapias manuales o de movilidad.